Bajo el lema “Vivir es festejar”, el power trío pisó el mítico escenario de Av. Libertador por segunda vez en su carrera, en un show contundente y a pura distorsión.Invitados como Fernando Ruiz Díaz de Catupecu Machu o Cristián Aldana de El Otro Yo (entre otros) estuvieron presentes en esta fiesta carajera, que agotó localidades.
“From Uruguay: Silicon Fly”
Para que la espera no fuera tan larga, fueron invitados los uruguayos de Silicon Fly, que fueron bien recibidos al grito de “U-ru-guayos, U-ru-guayos”. Y si bien el set fue corto (apenas 15 minutos) sirvió para desplegar un nü metal intenso y práctico que despertó el interés de muchos en un estadio ya casi repleto.
Una banda del Carajo
Obras oscureció. La gente sintió que era la hora. El humo que inundaba el lugar parecía dar la bienvenida al INMundo. Un histérico zapping televisivo funcionó como cuenta regresiva. Mientras, en el mar de gente el pogo se transformaba en mosh. “Histeria, Tv, Canción de moda” abrió el show de Carajo en Obras, con Corvata escupiendo las estrofas que describen este mundo posmoderno: “Que los niños se alejen del televisor, porque hablando de drogas ¡esa es la peor! Pegadas sonarón “El error” y “Chico Granada” para dar paso a las primeras palabras del cantante-bajista: “Este es un tema que habla del mundo: Inocencia perdida”.
Luego de un comienzo sin respiro, llegó un momento dedicado a los carajeros de las primeras épocas. Carajo desempolvó viejas canciones, para emocionar a su público. Uno atrás de otro (casi enganchados) hicieron La Guerra y la Paz, Resistiendo sólo con ideas y Puravida, para pasar a dedicarle “Como debería ser” a aquellos “que siguen adelante con fé y alegría a pesar de las piedras del camino”. En medio de ese tema recordaron estrofas de “Rescatándonos” y “Estilo de vida” (quizás el más inesperado y añorado por su gente).
“Ironía” fue transformándose a un emotivo recuerdo a Dimebag Darrel de Pantera. Y ya con los oídos endulzados de metal llegó el primer invitado de la noche: Javier “Knario” Compiano de Plan 4, para cantar la pesadísima versión de “Sad But True” de Metallica.
A esa altura Carajo ya desplegaba toda la potencia de su sonido, mucha distorsión y un buen uso de pedales de efectos (debe tener cerca de 20 pedales!) en la guitarra de Tery, más la fuerza y la destreza de Andrés se le sumaban a la voz y la base de Corvata. Demasiada potencia desplegada por tan sólo tres músicos!
Quizás el momento de mayor temperatura se vivió en los algo más de dos minutos que dura “El Vago”, se pudo sentir como Obras vibraba ante una masa de gente que parecía que hundiría el piso del lugar.
Ya se podía ver a los tres emocionados. Un Corvata enérgico sacudía su bajo haciendo retumbar su sonido hasta en el rincón más escondido del lugar. Tery saltando y dándole más crudeza y fiereza a cada riff. Andrés desplegando la magia de siempre pero sin guardarse una gota de sudor. El final estaba cerca.
“Voy a invitar a un gran amigo. Éste sí que los hizo divertir mucho sobre el escenario. Fernando Ruiz Díaz de Catupecu. Porque él mejor que nadie sabe de qué se trata esta canción: Triste”. Tras las emotivas palabras de Corvalán subía a escena el líder de Catupecu para ponerle emoción a la noche. Le pegarón el primer hit de la banda, a esta altura convertido en clásico: “Sácate la mierda” para empezar a darle la despedida.
Carajo dio en Obras un show para ser recordado por mucho tiempo. Una vez afuera, entre el público se repetía incansablemente una frase: “Fue el mejor show de Carajo que vi en mi vida”.
Para aplaudir: Los carajeros juntarón 170 kg de alimentos, en esta movida solidaria que hizo la gente de Semiyero. http://www.semiyero.org/
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